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martes, enero 17

HUATULCO


Texto y fotos: Julie Sopetrán


Pocos lugares en el mundo podrían compararse en belleza con Huatulco. Según iba llegando al aeropuerto mis ojos no podían dar crédito a la panorámica que podía divisar desde la altura. Un mar Pacífico transparente y los pequeños brazos de tierra, como dedos, formando bahías en la costa. Pude contar nueve bahías, con sus más de treinta playas vírgenes de arenas doradas y clima tropical, rodeadas de una vegetación exuberante y una organización turística de primer grado.
Cuando visité Huatulco, en uno de los tours que incluía el Tianguis de Acapulco, todo estaba recién construido, como si fuera la celebración de un estreno. Los caminos húmedos, los cafetales, la fauna marina y terrestre le daban al lugar una personalidad única, atractiva, diferente.
Huatulco ofrecía un turismo ecológico de primera línea, allí se podía vivir ese equilibrio, esa comunicación entre el hombre y la naturaleza. Todo se había mimado para el visitante, era como si la naturaleza se vistiera de gala para recibir al ser humano, al viajero ávido de conocer nuevos lugares o cansado, que llega a disfrutar de un entorno paradisíaco.


¿DÓNDE ESTÁ SITUADO HUATULCO?
Huatulco está situado en el estado de Oaxaca, en la costa, en la parte final de la Sierra Madre del Sur, en el municipio de Santa María de Huatulco, que pertenece al distrito de Pochutla. Son 35 kilómetros de Litoral Pacífico de México, entre los ríos de Coyula y Copalita.   Está justo al sureste de la República Mexicana, al norte limita con Puebla y Veracruz y al sur con el Océano Pacífico.  Al este de Oaxaca, está Chiapas y al oeste, Guerrero. Hacia el sur, tiene más de 500 kilómetros de litoral, su superficie es de 95,364 kilómetros cuadrados. Puerto Escondido se encuentra a 109 kilómetros y Puerto Ángel a 52 kilómetros de Huatulco.


Santa María Huatulco, se encuentra en la costa del Pacífico, al sur del Estado de Oaxaca, 277 kilómetros, su temperatura media es de 28 grados y cuenta con mucho sol y pocas lluvias. Huatulco no tiene más de 15.000 habitantes y el municipio cuenta con unas 57.000 hectáreas. La famosa Bahía de Santa Cruz, es el centro turístico, su población es mestiza y el lugar más acogedor para el visitante suele ser el pueblo de "La Crucecita" donde se comen unos mariscos deliciosos, ostras o esos camarones bandidos, deliciosos, preparados con salsa de mango,  que se puede acompañar de  una cerveza fresquita mexicana. Pero a quien no le guste el marisco puede deleitarse con platos de la cocina típica de Oaxaca.   
Cuando llegué a este lugar, me sentí fascinada por la naturaleza, por el verdor y la frondosidad de sus tierras, por la estructura moderna de sus hoteles, por la transparencia de sus aguas, el calor y el color del ambiente, sus riscos y acantilados, sus playas doradas, el confort y la comodidad de sus hoteles y no puedo olvidar la hospitalidad de sus habitantes.  Tal vez nada más llegar se siente sobre todo, ese agradable tacto del clima. Huatulco está a ese lado del mundo, donde nada se parece a la prisa y todo se ha preparado para que uno encuentre la felicidad o ese sereno silencio acomodado al placer del ser y del estar. 



CIUDAD ACOGEDORA

La Iglesia de Santa María de Huatulco, data del siglo XVIII, donde se venera al Señor de las Misericordias, que es la figura de Cristo.  En dicha iglesia se guarda una cruz pequeña, elaborada con madera de la Santa Cruz original. Así se cree y así se venera.   También existe en la iglesia un retrato al óleo, de la época colonial, que muestra la Inmaculada Concepción, patrona del pueblo. Su fiesta se celebra el día 8 de Diciembre.  En esta fiesta, es muy popular el desfile de "marmotas" y los "toritos" así como los fuegos artificiales. También se practican las peleas de gallo en los meses de Marzo y Abril, así como las procesiones de Semana Santa y las calendas. Las campanas, del período colonial, bolean evocando la fiesta y, de la misma época, todavía se conserva el antiguo mercado.  Pero una de las tradiciones curiosas, es visitar las "Huellas de Santo Tomás" impresas en una piedra, la "Misteriosa Piedra de Moros".
Había llovido y no pudimos entrar las cafetaleras de Xuchil, San José Alemania o el Mirador, por nombrar algunas. Con ganas me quedé de vivir esa aventura ecológica de los campos de café, donde el visitante puede convivir con la gente que trabaja las tierras y participa así de esas tareas agrícolas, compartiendo y aprendiendo de la mano de obra con una gente por naturaleza muy acogedora.


Me acerqué a la pequeña iglesia y un muchacho llamado Juan, que organiza las velas y es como un rezandero en esta iglesia abierta al mar y al frondoso  paisaje, comenzó a contarme la historia, una historia curiosa...
"Vivo aquí todo el tiempo y me ocupo de arreglar la iglesia. No sé si saben ustedes que Huatulco significa: "lugar donde se adora o se reverencia al palo o  el madero. En nuestra lengua lo decimos Toloa, quiere decir reverencia o que bajamos la cabeza con respeto y Co significa lugar".
El muchacho conocía muy bien la historia, sacó un viejo catecismo y un libro que le había dejado su abuelo, donde decía que Quahuitl, quería decir madero, y nos contó que en el lugar se tenía siempre mucha devoción a la cruz que se encontraba en  el Puerto de Huatulco. Porque existe una leyenda en la que Juan, el muchacho que me lo cuenta, cree, como creyeron sus antepasados.  
Los turistas le damos una limosna y en su casita pobre, pero limpia, Juan vive feliz y está rodeado de santos, rosarios y libros que ya se sabe de memoria.

                                                                             La Cruz de Huatulco
MUCHO ANTES DE QUE LLEGARAN LOS ESPAÑOLES

Dicen que hace más de mil quinientos años mucho antes de que llegaran los españoles, ya existían noticias respecto a la Santa Cruz de Huatulco. Se puede leer en obras  del siglo XVII y en otras sucesivas, -que los escritores oaxaqueños se han preocupado de leer concienzudamente-, como así lo  asegura Francisco de Burgoa y José Antonio Gay.  Dicen que la cruz la clavó en este lugar "un hombre que vino por el mar y era anciano, blanco, vestido con una túnica larga, ceñida a la cintura, con manto y el cabello y la barba largos".  Los mexicanos han pensado que bien podría ser algún apóstol, algunos dicen que fue Santo Tomás, por lo de las huellas en la piedra. Este hombre oró, y antes de irse de nuevo, les dejó a los indígenas el santo madero, el trozo de Cruz, al que debían venerar con respeto.
Luego sucedió que la Santa Cruz de Huatulco, tenía unos poderes extraordinarios y se sucedían milagros. De recordar es el ataque que en 1587 sufrió la población cuando allí llegó el pirata inglés Thomas Cavendish.  

Thomas Cavendish

Era el alcalde del lugar Juan de Reginto, cuando el pirata quiso destruir la cruz con hachas, pero las hachas se rompían y la cruz permaneció intacta.  Luego ordenó que utilizaran la sierra, pero los dientes de la misma saltaron por el suelo. El pirata ofendido, hizo que ataran la Cruz con fuertes cables y un navío se hizo a la mar pero  el navío se fue y la cruz quedó intacta en tierra y los cables se rompieron. Más enfurecido, Cavendish, mandó rodear la cruz con leña, brea y ordenó quemarla, sin conseguir que la cruz fuera destruida por el fuego. Ordenó el malvado que la pusieran alquitrán, la cruz quedó ilesa entre las llamas. El corsario, cansado, abandonó el lugar.



HUATULCO Y LA CRUZ


El Obispo de Oaxaca Fray Bartolomé de Ledezma, quiso llevar la cruz a Oaxaca, pero la gente prefirió que quedara en el mismo lugar y se le diera culto. Los visitantes llevados por su fe, empezaron a arrancar astillitas y la fueron destruyendo poco a poco. Los vientos la iban desgastando, la sal de la playa se iba apoderando de la madera y dicen que las astillas iban haciendo milagros entre los indígenas y los visitantes necesitados. El Obispo Juan de Cervantes, también mandó que cortasen un trozo de la cabeza de la cruz, con ello formó otra cruz más pequeña que fue enviada al Papa Paolo V, que la recibió de rodillas rezando. Otro pedazo de cruz la dejaron en la Catedral de Oaxaca y otro lo llevaron a una capilla en Puebla. Un trozo más, lo dejaron en el convento de Ntra. Sra. de la Merced en la ciudad de México.
En Oaxaca, los viernes de cuaresma, tienen la costumbre de trasladar la Santa Cruz, desde la capilla, hasta el altar mayor, mientras cantan el "miserere", dejando que los asistentes la besen. La cruz que ahora vemos en Huatulco, se hizo en 1895 y es una réplica de la que había en el mismo lugar.


SU ARQUEOLOGÍA

Huatulco, a pesar de los edificios modernos allí construidos, se conserva virgen, salvaje. Sus restos arqueológicos, sin descubrir datan del quinto y tercer milenio antes de nuestra era. Período Clásico (1600 a 200 A.C.) También se supone que era lugar de pescadores y buscadores de conchas. Las bases piramidales encontradas están rellenas de miles de conchas lo que demuestra la actividad marina de sus pobladores. Existen restos de fortalezas que demuestran la relación de estos nativos con los Mixtecas,  los Chatinos y los Zapotecas. También se afirma que pudo ser una de las rutas del Istmo de Tehuantepec. Su cerámica es monocroma y bicroma, se la ubica en el Post-Clásico Temprano (100-1200 D.C.).  Otro tipo de cerámica policroma de origen local Post Clásico Tardío que llega a situarse después del contacto con los españoles, se encuentra en Huatulco e inspira a los nuevos alfareros a elaborar hoy en día sus barros ancestrales.



RUTA DE MERCADERES
No se sabe realmente de dónde proceden los habitantes de Huatulco, los nativos aseguran que son de origen Mexica, pero las fuentes de Don Juan Peláez de Berrio en 1526, afirman que los pobladores de Huatulco, conocían la lengua Zapoteca. Es difícil saber si eran Mixtecas, Zapotecas, Chontales o Mexicas. Los que fueran, pagaban sus tributos con oro en polvo y mantas a Tututepec. En Tonameca, lo hacían con cobre amarillo, ropa y grana. Pochutla con oro en polvo, mantas, cobre amarillo y grana y además hacían toda clase de trabajos manuales y ofrecían servicios personales.
Huatulco estaba en la ruta de los mercaderes que llegaban por Miahuatlán, fue sin duda un lugar estratégico de la costa. Podemos imaginar el comercio entre Zapotecas y Mixtecas en aquel momento de expansión de los Aztecas. Huatulco llegaría a marcar ese compás de un corazón que late entre Mixtecas y Zapotecas, ya que entre unos y otros existían rivalidades.
De su Puerto de Santa Cruz, allá por el siglo XVI, salían las embarcaciones de la Nueva España hacia Centroamérica y el Perú, cuando se pasaba mercancía partiendo de la ciudad de México hasta Tehuacán, Oaxaca y Miahuatlán, llegando a Huatulco y viceversa. Más tarde, Acapulco, con su Nao de China, acabó con ese transporte de Huatulco. Y tal vez la favoreció ya que al librarse del tráfico caminero de mar y tierra, preservó la auténtica belleza de la que hoy disfrutamos.
Don Pedro de Alvarado
DON PEDRO DE ALVARADO ENTRE OTROS

La caída de Tenochtitlan, hizo que los españoles cantaran su victoria por toda la costa. Uno de los grandes vendedores fue Pedro de Alvarado (1522) quien con Cortés, utilizó el Puerto de Huatulco para sus intereses comerciales. Según Ángeles Romero, Huatulco fue también lugar donde se construían y se reparaban las embarcaciones, incrementando así el poblado de piratas, tripulantes, mercaderes, aventureros, agentes comerciales, pescadores, indígenas... Todos ellos hicieron de Huatulco un lugar muy atractivo y versátil en su acontecer. Tal vez los piratas son los que le han dado un tono de misterio a estos lugares, porque ellos llegaban, saqueaban el lugar y se iban. En 1579 el corsario inglés, Sir Francis Drake, al servicio del Imperio Británico, arrasó Huatulco sin piedad.
                                                                                                Sir Francis Drake
Desde 1580 el puerto de Santa María de Huatulco, fue un pequeño pueblo de pescadores, en 1616 dependió de Pochutla y su puerto dejó de tener actividad siendo sustituido por Acapulco que se proclamó  Puerto principal del Pacífico y faro de desarrollo entre la Nueva España y las Islas Filipinas. En 1787 Huatulco fue Subdelegación de la Intendencia de Oaxaca. Pero hay  algo muy curioso, dicen, que antes de la independencia, este fue el puerto por donde entraron los Libros Prohibidos de la Ilustración, "vinculados con la revolución francesa".


¿LUGAR DE MODA?
En 1824, se emitió por decreto que el puerto de Huatulco, se abría de nuevo al mercado, aunque el proyecto fracasó debido a falta de medios para exportar. Más tarde, las nuevas franquicias empezaron a funcionar y se creó un nuevo Huatulco. En 1848 Don Benito Juárez, Gobernador del Estado de Oaxaca, fue el que dio impulso al lugar creando una nueva carretera desde Oaxaca a Huatulco para así promover el comercio, la agricultura y las artes y facilitar que el puerto fuera de nuevo habitado.  Juárez quería unir los dos mares, el Atlántico y el Pacífico, creando caminos como México Veracruz y México Huatulco. Difícil le fue al Gobernador, aunque más tarde, sería Puerto Ángel, quien consiguiera unir Oaxaca con el literal.  El proyecto comenzó en 1980, la transformación fue evidente, vías públicas, urbanizaciones, incremento de la población, el completo turístico, estaba iniciado y las Bahías de Huatulco comenzaban a darse a conocer por sí solas, por su belleza natural, porque el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), impulsó debidamente la actividad turística en un lugar francamente privilegiado.
Las grandes inversiones realizadas en Huatulco estaban empezando a dar fruto cuando yo lo visité, era un lugar de moda, apacible y altamente distinguido porque todo estaba en su lugar, la limpieza, el orden, la elegancia y ante todo la exhuberancia de la naturaleza. Estaba en su primera etapa de éxito turístico. Era un plan Maestro que abarcaba hasta 2018. Eran 21.000 hectáreas por disfrutar, 17.400 de montaña, frondosa, húmeda, verde... 2.700 hectáreas de valle y 900 de aeropuerto internacional.

                                                                   Piscina  con agua de mar dentro de la habitación del hotel

TURISMO ECOLÓGICO

Casi 17.000 hectáreas estaban proyectadas para conservar y regenerar el equilibrio ecológico de estos lugares. netamente privilegiados. Planes para hacer caminos. Una dársena para 197 embarcaciones. Red de agua potable. Plantas de tratamiento de aguas negras.  En la Bahía de Tangolunda existe  uno de los campos  de golf más completos de todo México, construido sobre 78 hectáreas con 18 hoyos. Senderismo. Tour en bicicleta. Tirolesas. Famoso es el temascal maya de Santa Cruz. Observación de aves. Rutas a caballo.
Entre sus muchos árboles existen el tepguanje, los matorrales espinosos, el colorín, los ficus, los bosques y el manglar en el cordón litoral.
Su fauna es tan rica como su flora. Podemos encontrar variedad de aves, halcones gavilanes, lechuzas, pelícanos, gaviotas, colibríes. Su fauna marina es riquísima en langosta, camarón, delfines, tortugas, huachinangos, almeja, caracoles, ballenas... Huatulco es Parque Nacional y zona protegida por su riqueza ecológica. 


BAHÍAS
A cual más bella. Conejos, ideal para practicar el buceo.
Tangolunda, hermosos hoteles, campo  de golf y cinco playas limpias y tranquilas. Chahué, en su valle se encuentra el pueblo de Crucecita, donde se puede comer y saborear la mejor cocina de México. Mercado con variadas artesanías. Santa Cruz, allí se encuentra la playa de La Entrega, se la llama así porque se cuenta que a mediados del siglo XIX, fue escenario de la infame traición deque fue objeto el ex-presidente de México General Vicente Guerrero, por parte del General Anastasio Bustamante, quien había sido su Vicepresidente y en esta playa lo entregó a sus enemigos. Maguey  tiene una playa hermosa y sabrosos mariscos. Organo, sus playas son de arena fina y poco oleaje, ideal para los que no saben nadar bien. Cacaluta, la Bahía más salvaje de todas por la frondosidad de su vegetación. Chachacual, es una reserva natural de acacias, ficus y mangle y San Agustín, la playa más amplia de Huatulco tiene incluso una isla y es ideal para practicar el buceo por sus arrecifes.



PLAYAS

La brisa de estas playas me fascinó,  el color turquesa de sus aguas hacen que este lugar se asemeje al paraíso que todos soñamos alguna vez. Existen más de treinta y cuatro playas  todas diferentes, cada una tiene su personalidad y su atractivo, unas son suaves y doradas, otras, ostentan aguas de diferentes colores. Algunas son salvajes, parece como si los árboles quisieran ser los únicos bañistas, otras son bravas, otras, serenas. El sol las mima, el agua las besa, la brisa las envuelve en una magia tropical. En ellas, el sonido del mar canta melodiosamente, es la música de la nueva era, alentada por todo tipo de aves y de flores.



CÓMO LLEGAR A HUATULCO

Se puede llegar por aire o por carretera. El moderno aeropuerto está situado a menos de veinte kilómetros de la la zona hotelera tiene una pista de 2.700 metros de longitud por lo que aterrizan aviones grandes. Hay vuelos diarios a Huatulco desde la ciudad de México. También desde Oaxaca hay vuelos domésticos.
Por carretera se llega por las líneas de autobuses Gacela y Flecha Roja que salen de la ciudad de México Vía Acapulco por Cristóbal Colón que va de México a Huatulco por el Itsmo de Tehuantepec.
Desde Oaxaca es fácil llegar en la línea Oaxaca-Pacífico y también Estrella del Valle-Oaxaca.
Desde México a Huatulco hay una distancia de 765 kilómetros. Desde Puebla 640 kilómetros.
En cuanto a hospedaje, cuando yo estuve allí, Huatulco tenía un total de 1850 habitaciones que se clasificaban desde Gran  Turismo, hasta de tres estrellas. Y los hoteles tienen todo tipo de comodidades. Es un lugar que recomiendo siempre a mis amigos.

lunes, diciembre 26

LAS NUEVE POSADAS DE NAVIDAD EN MÉXICO


Por Julie Sopetrán


La Navidad mexicana no se concibe sin Las Posadas. ¿Pero qué son las posadas? Son celebraciones, fiestas que comienzan nueve días antes de la Navidad, nueve rosarios, nueve misas, novenario. El día 16 de Diciembre empieza la primera hasta la última posada que se celebra el 24, cuando conmemoramos el nacimiento  de Jesús.  Cada lugar tiene una forma diferente de celebrar estas posadas, puede hacerse en familia, en grupo de jóvenes, de amigos, de niños, de vecinos o también de familias, se amplían en forma comunitaria para que todos puedan celebrar la llegada del Salvador del mundo.



El fin primordial de la fiesta, está inspirado en acompañar a María y José en ese largo camino desde Nazaret hasta Belén, para responder al edicto que se ordenaba a los habitantes de Judea, empadronarse en las ciudades de origen, José como era descendiente de David, nativo de Belén, tuvieron que ir a esa población, pero el viaje les llevó caminar nueve días o etapas, en los que buscaban alojamiento y al no encontrarlo, María tuvo que dar a Luz en un establo. También lleva implicado el símbolo de los nueve meses de embarazo de la Virgen María, tal como lo muestran las escrituras. Pero especialmente simboliza cuando van pidiendo posada para poder descansar. Las tradiciones mexicanas se inspiran en las dos vertientes de la historia, la indígena azteca y la religiosa cristiana. 


Los aztecas tenían ya celebraciones muy similares a las cristianas. Por ejemplo, en el invierno, durante los meses de noviembre y diciembre, solsticio de invierno, los indígenas celebraban la venida de Huitzilopochtli, dios de la guerra y del sol. El culto que le rendían era el de ayunar y ofrecer sacrificios al Dios Sol, se encendían hogueras, quemaban maderas aromáticas y preparaban manjares deliciosos, para que la vida les fuera próspera en el nuevo año.
Ellos caminaban hacia el mictlan que es donde descansan  los muertos.  Huitzilopochtli, tomaba su descanso, renacía en forma de colibrí y eso ocurría entre el 24 y el 26 de diciembre en los templos de Malinalco, que significa la flor de Malinalli, que tal vez es la flor seca del maguey, la hierba torcida, o también una planta enredadera parecida al zacate que tiene los frutos amarillos que se utiliza para crear utensilios.



Más tarde llegaron los españoles con la imposición del catolicismo y las costumbres se fusionaron, algunas se perdieron, pero otras son una mezcla que se hace imperecedera. La historia dice que fue el agustino Fray Diego de Soria, el que obtuvo el permiso del Papa Sixto V, para celebrar nueve misas que llaman de aguinaldo, antes del nacimiento de Cristo, coincidiendo con las fiestas que los indígenas celebraban dedicadas a Huitzilopochtli. Así surgió, una vez más el sincretismo religioso de un país tan rico en historias como lo es México.


Las posadas pues, comienzan con los frailes españoles en el Siglo XVI, (1587). Fue en el poblado de San Agustín Acolmán, al noroeste de la ciudad de México. Estos misioneros reviven y representan el camino de María y José buscando posada para que María pueda dar a luz al Niño Jesús. La posada termina en fiesta, cena y baile, canto de villancicos y todo muy animado. Consiste en pedir posada, canciones versificadas donde se entablan diálogos y también consiste en romper una "piñata". Se representan escenas navideñas, se celebra la Santa Misa, y se encienden luces de bengalas, cohetes, piñatas y villancicos.   


No habrá posada si en la casa no hay armonía, color, luz, alegría, comida, fiesta y sobre todo si no se han preparado deliciosos manjares, un buen ponche de frutas, elaborado con canela, cañas, tejocotes, pasas, ciruelas, cáscara de naranja, frutas y azúcar, todo ello hervido en agua durante unos cuarenta y cinco minutos, el sabor de la manzana y la guayaba le dan el gusto apropiado de un buen ponche que todos degustan con algarabía de fiesta navideña.
En el siglo XVIII, la celebración tomó más fuerza realizándose, en vez de la iglesia, en los barrios, en casas particulares, en escuelas y plazas y además de villancicos y pastorelas, los cantos ahora son más populares.


Pero lo verdaderamente importante es el dale dale dale: la piñata. Una piñata suele ser una obra de arte, hecha con barro y papel. Los artistas de la piñata son los propios mexicanos que poseen el don de crear, su artesanía es una riqueza de luz y color sin igual.



La piñata, aunque su origen se cree que es chino, se usa y caracteriza en México, especialmente, dicen que fue Marco Polo el que llevó la costumbre a Europa y luego luego a América, especialmente a México, Guatemala, Colombia, donde es tradición romper una piñata también en los cumpleaños, aniversarios etc.. En Navidad, debe de hacerse en forma de estrella con siete picos, cada pico se considera que es un pecado capital y todos los dulces y las frutas que de ella saldrán al romperla, son el símbolo de las bendiciones que recibe todo aquel que participa en su ruptura.


Los pecados capitales son siete: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.   Todo tiene su misterio y significado, la piñata se ha de romper con un palo, que ostenta la fortaleza y la fuerza divinas. El que la rompe representa la fe. Se vendan los ojos, esto simboliza la fe ciega en Dios, y los palos se dan a ciegas hasta que se logra atinarle y romperla entre los voceríos de la gente.  Cuando se rompe caen por el suelo y vuelan por el aire los dulces, las frutas de que estaba rellena, esta delicia de todos es como la  recompensa y el don hermoso de vencer los pecados y las ofensas cometidas durante el año, de esta manera se fortalece la humildad, la pobreza, la generosidad, la paciencia, la caridad, la templanza y la diligencia . 


En cada región de México el pedir posada, se hace de distinta manera, lo que sí me llama la atención es que siempre se pide posada en verso, los que cantan desde afuera y los que responden desde adentro. Versos que se repiten y que están vivos durante este tiempo y saben de memoria tanto los mayores como los niños que los van aprendiendo para seguir las tradiciones.


Bien podríamos decir que la posada se parece a una procesión que la encabezan dos personas vestidas con los trajes que personifican a José y a María, un burro y luego los peregrinos que siguen con velas o faroles encendidos, cantan letanías hasta llegar a la puerta donde se pide la posada y ahí empiezan los versos, después de los cantos se abre la puerta y se les da posada con gran alboroto, se prenden luces, empiezan los cohetes y se rompe la piñata con los ojos vendados y todo se termina con el ponche.


Entre los muchos villancicos que se recitan y cantan los más populares son:

(Los Peregrinos...)

En el nombre del cielo,
yo os pido posada,
pues no puede andar,
mi esposa amada.

(Los Hosteleros...)

Aquí no es mesón,
sigan adelante,
no les puedo abrir,
no vaya a ser un tunante.



Normalmente se repiten los villancicos en varias casas, y al final hay una casa en la que les dan posada.
(Los Peregrinos...)

Posada le pido
amado casero,
pues madre va a ser,
la reina del cielo

(Los Hosteleros...)

Pues si es una reina,
quien lo solicita,
como es que de noche,
anda tan solita.

(Los Peregrinos...)

Mi nombre es José,
Mi esposa es María.
y madre va ser,
del Divino Verbo.

(Los Hosteleros...)

Posada os brindo,
Santos Peregrinos,
y disculpa os pido,
no os reconocía.



Y al final cantan todos los con algarabía:


TODOS...

Entren Santos Peregrinos,
Peregrinos...
Reciban este rincón,
que aunque es pobre la morada,
la morada...
os las doy de corazón.




No he vivido ninguna navidad en México, pero así me la han contado amigos de Puebla, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, etc.. Una fiesta muy típica de convivencia, amor, dedicación, entrega, arte y todo lo que representa la fe, la historia, la religión, la inigualable magia de México. Romper la piñata, tiene que ser un acto especial, el quehacer artesano al rellenarla de dulces, cacahuates, tejocotes, frutas... ¡Cuanta ilusión! Sé que la posada también va acompañada de convivencia, de una cena a la mexicana con tacos, tamales, chocolates, buñuelos, mole, atole... Y no puede faltar la música, los fuegos de artificio, las velas encendidas y las sonrisas entrañables de los niños que son los que, al fin y al cabo, hacen posible una perfecta Navidad.
¡Felices Fiestas México y para todos aquellos que compartan estas páginas, para todos mi cariño y buenos deseos de paz, amor, salud, trabajo y fraternidad... Aleluya!

Este artículo ha sido publicado también en:
http://www.casamerica.es/casamerica-blog/las-nueve-posadas-de-la-navidad-en-mexico

lunes, noviembre 28

LA COMIDA EN MÉXICO



Texto y fotos: Julie Sopetrán

Hablar de la comida en México, es una auténtica fiesta de sabor, aroma y color. Su contenido es tan amplio, que necesitaríamos muchas páginas para comentar. Daré mis impresiones de una forma sencilla para que el lector, no mexicano, lo asimile y me acompañe a la cocina o a la mesa.
Recuerdo, cuando llegué por primera vez a América,  en San Francisco, fui con unos amigos, a un restaurante mexicano. El camarero dijo que tenía tortillas. Yo, pensando en mi tortilla española, pedí que me trajera una tortilla y los demás comensales pidieron todos muchas tortillas. Yo esperaba mi tortilla española, una, y cual no sería mi sorpresa al ver la diferencia entre una y otra, claro, después pedí más.


Si soy sincera, me costó acostumbrarme a los distintos sabores y más a sentir el picante en el paladar, pero una vez que te acostumbras, luego no puedes dejarlo tan fácilmente.

Todos sabemos que el maíz es originario de América, se cree que desde hace diez mil años, lo fue como objeto de culto religioso. Los indígenas ya lo trataban como algo esencial en sus vidas. Dicen que antes de cocinarlo lo calentaban con su propio aliento y cuando se caía un grano al suelo, lo recogían con gran devoción y no permitían que se desperdiciase, así impedían que los dioses se ofendieran produciendo hambre o grandes sequías. Cuando me lo contaron, esto me hizo recordar que en España, yo recuerdo cuando era niña, mi padre recogía el pan que veía en el suelo, lo daba un beso y se lo guardaba en el bolsillo...


Así el chile, la calabaza, el fríjol, los guajolotes, el maguey, el nopal, el arroz, las papas,  el cacao y muchos más productos, puramente mexicanos, están llenos de historias sorprendentes.
Pero, uno de los sabores que recuerdo y no puedo olvidar, es el café de puchero, humeando a la entrada del comedor del restaurante en las mañanas...



Por ejemplo, el cacao era tan valioso en el mundo prehispánico que se usaba como moneda de cambio, además se tomaba molido con agua y mezclado con maíz y miel de abeja y vainilla.  Del maguey, según afirman los códices antiguos, se hacía la bebida de los valientes como es el pulque. Dicen, que en México todo sabe bien con salsa de chile, que ha sido siempre muy preciado por sus propiedades digestivas, siendo el condimento esencial de la comida mexicana. Del nopal, se hacen deliciosos platos tanto de sus hojas como de su fruto, la tuna, se sabe que calma el hambre y la sed a los que habitan en lugares desérticos. Huitzilopoztli, es el dios del nopal. Su nombre significa "colibrí zurdo", era un dios guerrero...



Con el maíz se hace, además de sus famosas tortillas, los nachos, las quesadillas, los tacos, las enchiladas, papadzules, chalupas, tlayudas o tasajos,  chilaquiles, burritos, enchiladas y un largo etcétera que, según la región, puede tener un nombre diferente.  
El maní aderezado con chile y rociado con cal, es un alimento muy común. El pibil que es una carne adobada envuelta en especias y hojas de plátano. El poc-chuc, son unas rebanadas de carne de cerdo marinado en naranja agria y salsa de achiote. El achiote se usa en Yucatán, es una semilla de color rojo que se mezcla con varias especias y se forma una pasta que sirve para condimentar aves, pescados y carne de cerdo.  Casi todos los platos han de ir acompañados de fríjoles y arroz y también se usa mucho la calabaza y el queso.


En México, existen más de setenta variedades de fríjol, legumbre que según los historiadores, se cree que existió en México desde hace más de seis mil años. Los conquistadores lo trajeron a España, porque el fríjol es muy rico en proteínas. Y aquí lo conocemos con el nombre de alubia o judía.
La gran variedad de platos que podemos saborear en México nos lleva a distintas ciudades... Por ejemplo a Tonatico, Estado de México, donde se comen los mejores tamales de fríjol con mole. El mole le da fama a Puebla, es una salsa con varios ingredientes que se cocina con el guajolote o pavo. Se dice que una monja del convento de Santa Rosa, mezcló varios chiles y condimentos en un metate, y así surgió el mole. Otras versiones dicen que fue la Madre Andrea de la Asunción, allá por el siglo XVII, en una celebración,  dicen, que la receta original contenía un centenar de ingredientes. Lo cierto es que el mole poblano tiene aromas de convento y se hace, eso sí y que no falte, el chocolate, la canela, las pasas, el perejil...


Pero son los Chiles en nogada, los que le dan fama a Puebla. Nosotros lo llamaríamos pimiento relleno de un guisado de picadillo, carne de res y puerco mezclado con frutas, plátano, manzana, pera, melocotón... Todo ello cubierto de una crema de nuez perejil y granada. Lleva impregnado, además de un vino dulce, los tres colores de la bandera mexicana, blanco, verde y rojo. Es por ello que es un plato de alta cocina y se puede encontrar en cualquier estado de México. También tiene olores y sabores de convento, ya que su creación, se le atribuye a las monjas clarisas del convento de Santa Mónica. La receta se hizo para agasajar, a Agustín de Iturbide, cuando volvía de firmar en el estado Veracruz, la independencia de México.


No cabe duda que cada receta tiene su historia, su leyenda. Y si alguna cocina existe rica en el mundo, es la cocina mexicana, patrimonio de la humanidad, plena de riqueza y buen hacer.
En Veracruz, Sonora y Guerrero, se come un pescado muy rico, el cazón, que es un tiburón pequeño que se cría en agua salada, es una comida deliciosa que la preparan adobada con tortilla de maíz.
En Jalisco y en Michoacán, también hay un pescado blanco delicioso que procede del lago de Chapala y del lago de Pátcuaro. Y también los famosos charales que son peces pequeños que se sirven secos, curados al sol y a veces enchilados y se comen de aperitivo.


En Yucatán una de las comidas típicas es el venado lo preparan en barbacoa con chile, rábano, cilantro, jugo de naranja y sal.
En Chiapas se come la carne de ocelote (tigre).  En Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Morelos y Guerrero se come también la iguana, le quitan la cabeza y extremidades. Los indígenas huaves, conservan una tradición, dicen que las atrapan vivas y las dejan colgadas y amarradas hasta que pasa una estrella fugaz, ellos creen que es la cola de la iguana, entonces la matan y la guisan. Y es un honor ofrecerla como ofrenda en el día de muertos.
Yo esto no lo he probado pero sí probé los chapulines, que son los saltamontes, en la casa de una amiga en Puebla, los pusieron asados con chile y cal y no estaban tan malos. Dicen que estos chapulines tienen bastante calcio y proteínas. No cabe duda que en las costumbres de comer, no hay nada escrito. En algunos mercados sí que vi los famosos gusanos de agave o maguey, las larvas de la polilla se incluye en las botellas de tequila... También podemos encontrar las hormigas y las avispas en los mercados de Zacatecas, Hidalgo, Veracruz, Puebla... En Puerto Escondido, recuerdo que vendían la miel con avispa zapotana  o guarachuda incluida.




Pero lo que puedes comer en México es un buen marisco y lo que recordarás toda tu vida es la exquisita langosta y  los camarones.
Entre esos platos típicos me encanta el guacamole, he recorrido la parte de Uruapan, donde los árboles aguacateros ofrecen un paisaje espectacular, son árboles grandes, limpios, anchos, hermosos. Y como ya sabemos este exquisito plato se hace con aguacates.
Los tamales, son imprescindibles en la comida mexicana. En cualquier parte. Hacerlos lleva mucho trabajo. Es una masa que lleva como ingredientes caldo de pollo, harina, manteca de cerdo y sal. Esa masa se envuelve en hojas de maíz que han tenido que ser remojadas con anticipación unas tres horas. Se rellenan dentro de la masa y la hoja con pollo desmenuzado, carne de cerdo, mole, pipían , queso, salsas etc. Se envuelven y queda un paquetito como de 10 cm. de alto y 5 de ancho. Luego se ponen en una olla exprés o vaporera y se comen calientes, quitándoles la hoja de la envoltura. Y la verdad es que están riquísimos.


También existen las corundas, el churipu en Michoacán que son tamales de ceniza... Y muchos más variedades de la misma familia de los tamales.
Pero si un plato me encanta son las carnitas de puerco al estilo de Michoacán... Y que suelen venderlas en la calle para comer recién hechas con su tortilla. Son innumerables los platos que vienen a mi mente, el pozole, el cabrito, las salsas tan variadas.
Si me preguntaran qué comida prefiero de México, he de recordar con verdadero placer culinario, los tacos al pastor. Las frutas a las que me dedicaré otro día, como mi preferida, la sandía, la piña, la papaya, las uvas...



Y otro día os prometo hablar de las agüitas y de los dulces de este amado país. Y para terminar, les dejo una receta mexicana que yo hago mucho en casa, porque desde que conocí la cocina mexicana, tengo que desayunarme una que otra vez unos huevos rancheros, que sería imposible cocinarlos bien sin la salsa cien por cien mexicana. Eso sí para elaborar la receta necesitamos un molcajete como el que nos muestra Deborah, la que fue mi guía turística en uno de mis viajes.



Esta receta se la debo a mi amiga Verónica de Jalisco. Os la dejo para que ustedes la hagan en casa, claro, siempre que les guste lo picante. Pero la pueden hacer al gusto.
En una sartén vieja ponen cinco o seis tomates maduritos a asar, les van dando la vuelta hasta que estén blanditos y bien tostados, no le quiten lo negro de la tostadura. Una vez asados los ponen en la licuadora y añaden uno, dos o tres jalapeños, depende de cómo lo quieran de picante. Lo trituran un poco, que quede la salsita no muy troceada y lo vierten en un recipiente. Tendrán salsa natural mexicana en casa para cuando quieran usarla al estilo de México. A mi me encanta. Buen provecho.

Nota: Los jalapeños los pueden encontrar allí donde venden productos mexicanos.

lunes, noviembre 14

QUÉ LINDO ES JALISCO


Texto y fotos: Julie Sopetrán




Jalisco es tan lindo como lo expresa la canción que cantaba Jorge Negrete.

"Y me gusta escuchar los mariachis,
cantar con el alma sus lindas canciones,
oír como suenan esos guitarrones
y echar un tequila con los valentones
 
¡Ay, Jalisco no te rajes!
me sale del alma gritar con calor,
abrir todo el pecho pa' echar este grito:
¡Qué lindo es Jalisco, palabra de honor!"

Jalisco está  formado por ciento veinticinco municipios distribuidos en doce regiones.  Guadalajara, conocida también con la abreviatura GDL, es la capital del estado y está localizada en lo que se llamaba Valle de Atemajac, en la parte occidental de México.  Atemac significa: piedra que bifurca el agua. Atl (agua) tetl (piedra o cerro) maxatli (bifurcar).

Ay Jalisco, Jalisco, Jalisco, Jalisco
tú tienes tu novia que es Guadalajara

 

En este valle se fundó la ciudad de Guadalajara en el siglo XVI. El 14 de Febrero de 1542, después de haber intentado fundarla en tres asentamientos anteriores, quedó definitivamente establecida donde hoy se encuentra. Nuño Beltrán de Guzmán, fundó la ciudad de Guadalajara con sesenta y tres familias españolas, seis extremeños, quince portugueses, dieciséis castellanos, once vizcaínos, trece andaluces y nueve cántabros montañeses.
Es un valle no demasiado profundo, rodeado de cerros, al oeste la Sierra Primavera, al este y al sur el Eje Neovolcánico y al norte la Barranca de Huentitlán. Entre las muchas luchas, que también existían entre los conquistadores, Nuño Beltrán de Guzmán, se convirtió en un enemigo acérrimo de Hernán Cortés. El uso y el abuso del poder que le otorgó el rey Carlos I de España, nombrándole gobernador de la provincia del Pánuco, entre otros cargos influyentes, le hizo cometer bastantes errores. Nuño Beltrán no sólo usó, también abusó del poder. Algunos historiadores dicen de él que fue "aborrecible, o el más perverso gobernador de la Nueva España". Y el mismísimo Fray Bartolomé de las Casas lo llamó: "gran tirano".


La palabra Guadalajara, es árabe y significa "Río de piedras". ¿Por qué le pusieron este nombre a la capital de Jalisco? Sencillamente porque su fundador Juan de Oñate, así la nombró en honor a su conquistador: Nuño Beltrán de Guzmán, que nació en la Guadalajara española en 1490. Es curioso que el territorio conquistado por Beltrán luego se llamaría Reino de la Nueva Galicia, gracias a Juana I de Castilla, que entonces gobernaba por ausencia del emperador Carlos I de España y V de Alemania. Ella conocía ya los abusos sangrientos y vengativos de Nuño de Guzmán que decidió enjuiciarlo, le quitó el gobierno y la provincia y lo llevó preso con grilletes al Castillo de Torrejón de Velasco, (Madrid) en marzo de 1544, y allí murió. Algunos historiadores, quieren adjudicar la conquista a Cristóbal de Oñate. Tal vez por los abusos de poder del malvado conquistador Nuño. Yo que soy de un pueblo de la Guadalajara española, no me agrada encontrarme con semejante compatriota en el recuerdo. Aunque afortunadamente el tiempo ha pasado y las dos ciudades están hoy hermanadas.


La región conquistada estaba habitada por indígenas, entre los que se encontraban las tribus cocas y huicholas o huicholes que habitaban la Sierra Madre Occidental, Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas. Antes de la llegada de los españoles, los mexicas llamaban huichol a los wixárikas en forma despectiva.
Guadalajara, conocida también como "La Perla de Occidente" o "La Perla Tapatía" o "La ciudad de las Rosas", está situada en este gran llano situado a unos mil quinientos metros sobre el nivel del mar. Hoy es la segunda ciudad más poblada de México.


El acerbo cultural de esta ciudad es conocido en el mundo entero, no sólo por la Feria Internacional del Libro más importante de habla hispana, sino porque el Papa Paulo III, autorizó establecer en Guadalajara, el obispado de la Nueva Galicia, en el año de 1560. Y más tarde, en 1791, se fundó la Universidad de Guadalajara y su sede fue el excolegio de Santo Tomás. Está considerada como la ciudad del futuro, el valle del silicio mexicano por ser la capital de la informática y el desarrollo tecnológico. También durante este año, Guadalajara es la sede de los Juegos Panamericanos de 2011.


El mariachi, el tequila, la charrería, son los iconos representativos de México, verdaderos símbolos del carácter típico mexicano, y los tres se encuentran en Jalisco. A los nativos de Guadalajara se les conoce con el gentilicio oficial de tapatíos. El origen de la palabra tapatío es náhuatl, significa "que vale por tres".




Los Mariachis, nacieron con la cultura mestiza y existen desde 1500 más o menos. Es un acercamiento entre músicas nativas y coloniales. Fue especialmente el franciscano Juan de Padilla, en Cocula, quien enseñó, a través del cristianismo, la música española.
Los pueblos indígenas incorporaron el violín en sus grupos e incluso los construyeron con una madera llamada palo de colorín. Más tarde, añadieron la guitarra y el indígena Justo Rodríguez Nixen, inventó la vihuela con un caparazón de armadillo. Luego el guitarrón, usaban tripas de animales como cuerdas de tan grandote instrumento. La percusión mestiza y melódica, así como el baile español, se mezcló con la música nativa, y así nació el fandango que se hizo muy popular llamándose después mariachi. Luego recibió otro instrumento: el arpa. Y en la parte sureste de México, también se incluyó la flauta para interpretar el huapango. En Nayarit, Jalisco, Guerrero, Michoacán, se escuchaban estos acordes que cada día se iban haciendo más populares. Acordes que allí donde se escuchan, representan la alegría de México.

El tequila es una bebida cien por cien mexicana, pero especialmente de Jalisco, que se conoce en todo el mundo. El tequila se hace con el jugo del agave azul, puede ser incoloro o coloreado. El agave es una planta antiquísima oriunda de México, mesoamérica, hay muchas variedades y se las conoce también como magueyes o mezcales. Según la tradición, dicen que el tequila se descubrió gracias a un rayo que cayó a la planta de agave y desgajó su corazón e hizo que ardiera por algunos segundos, así los indígenas observaron que de su interior brotaba un delicioso y aromático néctar. Lo bebieron con gran reverencia y sintieron que era un milagroso regalo de sus dioses.  El proceso de destilación lo aprendieron de los españoles. En el paisaje de Jalisco se admiran estos campos de agave que a mi me cautivaron por su color azul grisáceo. Hay varias clases de agave o maguey, de alguna de estas variedades se hace también el mezcal en el Estado de Oaxaca.


Es un placer visitar Guadalajara, pasear por sus calles llenas de gente, sus terrazas, adentrarse por el centro histórico o visitar los murales de José Clemente Orozco en la capilla del Hospicio Cabañas. Caminar por el Parque Morelos, la Avenida Hidalgo, el Palacio de Gobierno, la Plaza de los Fundadores, el teatro Alarcón o Degollado... La Catedral y el viejo seminario de San José, hoy museo. Sus gentes son acogedoras y amables. Es un gusto dar una vuelta a la ciudad en uno de los autobuses con terraza y admirar sus monumentos, como la diosa  Minerva esculpida en bronce  en la glorieta de las Avenidas de López Mateos y Vallarta, es la fuente más grande de la ciudad donde el agua brota como si fuera brisa. Las diecisiete columnas de los hombres ilustres... El monumento a la Madre, al Maestro, a la Independencia, a la Madre Patria...

Jalisco es esa joya de variedades que deslumbran y que no debemos dejar de contemplar hasta envolver nuestra alma en su belleza. He visitado este lugar tres, cuatro veces y, siempre encuentro un motivo para volver o hacerla eterna en mi corazón.
¡Ay, Jalisco no te rajes!
me sale del alma gritar con calor,
abrir todo el pecho pa' echar este grito:¡
Qué lindo es Jalisco, palabra de honor!

JUNTO AL ARROYO (Villancico 2023)

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